CIS COMUNICA.-
20/09/2019.- La empresa Musimundo cerró 13 sucursales esta semana y hoy sumó
una veintena de despidos en la administración central en Resistencia, Chaco. Todos
los despidos fueron sin causa y las indemnizaciones serán abonadas en cuotas
según comunicó el delegado gremial Daniel Ojeda.
En ese establecimiento se desempeñan trabajadores
encuadrados en el convenio de comercio y del sindicato de camioneros, aunque
las desvinculaciones afectan a los mercantiles cuyo gremio -el Centro Empleados de Comercio de Resistencia- es conducido por
Roque Schulz quien al momento de los despidos se encontraba afectado a su
campaña electoral como candidato a concejal del Frente Integrador para las
elecciones del próximo 11 de noviembre en la capital chaqueña. A los despidos en Musimundo se suman 13 en el Call Center Ápex y 7 en Conecta desde el pasado lunes sin que los dos gremios que disputan la patria potestad de los teleoperadores hayan tomado alguna iniciativa que mitigara el estado de orfandad en el que deben atravesar estos momentos de angustias y abusos patronales.
Musimundo, propiedad de la familia Franchino, argumentan
dificultades económicas que justifican la decisión empresaria y la
imposibilidad de abonar las indemnizaciones como marca la ley de contrato de
trabajo, sin embargo no existe el proceso legal que lo avale, por lo que se
puede presumir que la intención empresarial es evadir el preventivo de crisis
que si los habilita a negociar el pago de indemnizaciones pero no podría
desprenderse del personal con mayor antigüedad como es el caso de todos los
trabajadores despedidos en el día de hoy que muchos de ellos llevaban entre 15
y 25 años en la firma.
A todos ellos, la gerencia les mostró un papel informal
donde se les notificó el despido, que luego les llegaría el telegrama y que
entonces llamaran por teléfonos para que les digan cómo sería el plan de pago
de sus liquidaciones, aunque la legislación prevé que el pago esté depositado
el quinto día hábil después del despido. No hay señales que vayan a
respetarlos, más bien los quieren estafar.