CIS
Comunica.- 20/12/2019.- El
grupo de telecomunicaciones francés Orange -hasta 2013 France
Telecom-, y su ex CEO Didier Lombard junto a otros seis ex directivos
han sido declarados culpables de "acoso moral" en un caso
que surgió tras una serie de suicidios producidos en la empresa a
finales de la década de 2000, según ha dictaminado este
viernes el Tribunal Correccional de París. En Argentina, las
empresas de colectivos y los Call Center encabezan el ranking de
maltrato laboral y licencias por stress psicológico. En
el caso de los choferes, alarma el mecanismo perverso al que los
someten para destruirlos psicológicamente.
Las
condenas van desde un año de prisión más el pago de
indemnizaciones, que abarca la persona física de los directivos y la
compañía. Las sumas monetarias oscilan entre los 15 mil a los 75
mil euros. Se trata de la pena máxima contemplada por la legislación
en aquel momento y que se ha endurecido significativamente desde
entonces. Orange es la primera gran empresa francesa que cotiza
en Bolsa sentenciada por acoso moral.
El
antiguo director de recursos humanos Olivier Barberot, también
ha sido condenado con penas de doce meses de cárcel, con ocho
meses exentos de cumplimiento (salvo en caso de reincidencia), y
multas de 15.000 euros.
Los
directivos fueron declarados culpables de acoso moral en 2007 y 2008
durante la puesta en marcha del plan NexT, pero quedaron absueltos
por el periodo posterior de 2009 y 2010, que también figuraba en el
acta de acusación.
La
presidenta del tribunal ha reconocido, al leer la sentencia, que la
ley no era muy represiva en ese momento, pero que ha evolucionado,
indicó la emisora France Info. También hizo notar que lo
que se condena no es la estrategia empresarial, sino los métodos
empleados.
La
empresa francesa y siete de sus ex altos ejecutivos
estaban acusados de haber infligido o haber sido cómplices
de "acoso laboral" a 39 empleados entre 2007 y 2011,
de los cuales 19 se suicidaron, 12 intentaron hacerlo y 8 sufrieron
depresión. Los sindicatos hablan de un número mayor de trabajadores
afectados, con al menos 35 suicidios registrados.
Orange
había reconocido previamente el sufrimiento que habían denunciado
las víctimas así como que podía haber habido errores de
gestión en la privatización de la empresa y la estrategia de
reestructuración que pusieron en marcha para lograr su objetivo
de reducir la plantilla en 22.000 trabajadores, pero niega que haya
habido un plan sistémico o una intención de hostigar a los
empleados.
La
privatización de 2004, en el origen.-
Cuando France
Telecom fue privatizada en 2004, sus nuevos dueños recibieron una
compañía líder en su sector, pero con deudas y muchos empleados
que, pese al cambio, consiguieron mantener su estatus de
funcionarios. Es decir, que no podían ser fácilmente despedidos.
Dos
años después, la directiva inició una reestructuración que se
llevaría a cabo a través de dos planes denominados NEXT ("a
continuación") y ACT ("actuar") y que la
acusación ve como la semilla de los problemas que vendrían después.
El
objetivo de estos planes era recortar 22.000 de los más de
100.000 puestos de trabajo de la empresa, así como realizar 10.000
traslados de personal.
Estos
22.000 recortes debían ser "salidas naturales", o
sea, voluntarias, según dijo entonces a la prensa el presidente y
director general de la firma, Didier Lombard.
Acoso
moral.-
Los
testimonios de trabajadores, familiares e incluso las cartas de
suicidios, dan cuenta de situaciones en las que empleados se
quedaban sin funciones porque sus puestos habían sido
eliminados y nadie les proporcionaba instrucciones sobre sus nuevas
tareas.
A
otros se los obligaba a trasladarse a centros de trabajo lejos
de sus casas. Algunos se sentían humillados porque les
habían rebajado de categoría y salario.
Los
suicidios comenzaron en 2007, dos años después continuaban y la
empresa seguía negando que fueran su responsabilidad pese a que
su nombre aparecía en muchas cartas de despedida y que más de un
empleado escogió su centro de trabajo como lugar para acabar con su
vida.
"¿Es
el suicidio la solución?".-
Nicolas
Grenoville, de 28 años, se quitó la vida el 10 de agosto de 2009 en
su departamento con un cable de France Telecom, según
informó en su día el abogado de su familia. En una carta, el joven
escribió: "Mi trabajo me hace sufrir... No aguanto más este
empleo y a France Telecom no le importa".
En
julio de 2009, otro empleado de 52 años se había quitado la vida en
Marsella dejando muy claro el motivo en una carta: "Me
suicido debido a mi trabajo de France Telecom. Esa es la única
razón". Otro trabajador describió en la suya la cultura
empresarial de France Telecom como una "gerencia a través del
terror".
Pocos
días después, una trabajadora de 32 años se tiró por la
ventana de una sede de France Telecom en París, cumpliendo sin
saberlo con algo que Didier Lombard había prometido tres
años antes, cuando les explicaba a una serie de altos cargos de la
empresa el objetivo de NEXT y ACT: "En 2007, conseguiré estas
salidas de una forma u otra, por la ventana o por la puerta".
Fue una frase "idiota", un "error", una
"burrada", según admitió el ejecutivo durante la fase de
instrucción.
Uno
de los casos más dramáticos fue el de Rémy Louvradoux, de 56 años.
El 26 de abril de ese año, se prendió fuego frente a su centro
de trabajo en Burdeos. Llevaba años siendo trasladado de un
puesto a otro desde que su plaza como responsable regional de
prevención de riesgos fue anulada en 2006.
Louvradoux envió
varios correos a la dirección. En ellos contó su angustia y
sufrimiento ante lo que consideraba el deterioro de sus
condiciones de trabajo. Ante la falta de respuesta, en septiembre de
2009 les escribió: "¿Es el suicidio la solución?".
Fuente:
RTVE.