CIS COMUNICA.-
29/06/2019.- El empresario Federico de Achaval, propietario del
Hipódromo de Palermo despidió en las últimas semanas a 15
trabajadores. El móvil, rechazar los descuentos salariales de 7 mil
pesos, la quita de la obra social prepaga, y el abandono sindical de
parte de APHARA, que a cambió de su comportamiento patronal recibió
el 10% de los salarios de los trabajadores bajó diversas figuras de
descuentos de afiliación sindical compulsiva, ‘solidaridad’,
mutual, etc. Ninguna consentidas por el personal ya que fueron
obligados a firmar por la gerencia de recursos humanos. Nunca les
vieron la cara a los representantes de ese gremio.
Esta semana fue el
turno de Mauricio Cardozo y Roque Castillo, dos trabajadores que
notificaron su decisión de postularse como delegados gremiales.
La
gerencia le ofreció un acuerdo a Castillo, como no aceptó, lo citó
a un control médico al que trabajador asistió, cuando se hizo
presente en servicio medico del hipódromo le dijeron que el médico
no se encontraba, dos días después recibió un telegrama de despido
con causa. El motivo, no haberse presentado al control médico.
Situaciones
similares vivieron otros despedidos a quienes Federico de Achaval los
acusa de no cumplir tareas que ni siquiera existen en el sector donde
estos se desempeñaban, siendo esas la “justa causa” que
alegaron.
El Hipódromo
Argentino de Palermo emplea alrededor de 2 mil personas. El socio mayoritario
es Federico de Achaval, que también es dueño de la empresa que
provee tecnología a las máquinas tragamonedas del hipódromo, el
casino flotante, los principales casinos del país incluyendo
quinielas y otros juegos de azar además del voto electrónico.
Esta sociedad está presidida por sus hijos, entre ellos -su homónimo- el concejal de Pilar quien también posee acciones de Valfinsa, la sociedad mayoritaria del hipódromo y de otras empresas con participación en el floreciente negocio de los parques eólicos por el que condenaron moralmente al ‘jugador del pueblo’, donde los Achaval ya obtuvieron ingresos por 400 millones de pesos.
Esta sociedad está presidida por sus hijos, entre ellos -su homónimo- el concejal de Pilar quien también posee acciones de Valfinsa, la sociedad mayoritaria del hipódromo y de otras empresas con participación en el floreciente negocio de los parques eólicos por el que condenaron moralmente al ‘jugador del pueblo’, donde los Achaval ya obtuvieron ingresos por 400 millones de pesos.