Por eso, la estrategia de proyectar a Pérez en los medios de prensa del gremio, preparando la salida de Armando Cavalieri del cargo sindical, es el sinceramiento de la pérdida del poder, mucho más limitado en cuarentena, con la suspensión de elecciones que no le permitieron recuperar cuerpos de delegados en muchas empresas donde hay representantes que se mantuvieron en la oposición.
Otro dato para considerar es que Carlos Pérez es un gerente de empresa de salud, -al igual que Cavalieri-no tiene una sola gota de sangre sindicalista en sus venas, lo que explica que sin un candidato con chances en el sector activo, el oficialismo se verá obligado a buscar la unidad con Ramón Muerza; algo con lo que aún no concuerdan los cavalieristas tanto dentro del SEC Capital como entre la burocracia mercantil del conurbano e interior del país, pero mal que le pese al empresariado de FAECyS, el oficialismo no tiene candidato potable para los tiempos que vive el empleado de comercio, que siente que necesita un sindicato presente, no una caterva de dirigentes corruptos que ante todo anteponen el interés empresario o de los acuerdos particulares en distintas empresas.
En la última elección, Muerza perdió por motivos extra electorales, su lista la granate morada ganó en los sectores activos 6 a 4. Cavalieri se recuperó con los afiliados jubilados 9 a 1, aunque no existía certeza que realmente eran jubilados mercantiles, pero el abogado que patrocinaba a la oposición, que debió controlar estas irregularidades para luego impugnar y demandar al ministerio de trabajo por la certificación de cargos sin eficacia jurídica, otorgada a la actual comisión directiva ‘de facto’ del SEC Capital, se fue a trabajar para el ministerio de trabajo como interventor de un sindicato. Así era difícil.
Muerza tendrá muchas cosas que le criticarán los propios y adversarios, pero a tres años de haber salido de la estructura del sindicato como secretario de organización, se mantuvo en la vereda opositora, Oscar Nieva el otro opositor de Cavalieri en 2011 abandonó el barco con toda su gente adentro a los 15 minutos de concluida la elección y detrás de él Inés Soria la candidata a secretaria adjunta, Roberto Sotelo otros de los principales candidatos de aquella lista verde bordó, actualmente más cavalieristas que Cavalieri.
Muerza también tuvo de esos elementos en su lista, donde los que ocuparon los principales lugares de los cargos a ocupar, huyeron a buscar pañales al SEC cuando no había terminado el conteo de votos, algunos destiñeron al rato, otros directamente se borraron.
La poca convicción, la nula comprensión del momento político sindical en comercio quedó relegada a la voluntad de sostener privilegios personales.
Tal vez fue para bien de él, porque Ramón Muerza se apoyó en su militancia y es la que lo sostuvo y es la que lo va a llevar a conducir el sindicato de comercio de Capital Federal, si logra interpretar con sus propuestas al electorado. Un universo de trabajadores y trabajadoras mayoritariamente jóvenes, millenials, anti verticalista, con delegados inquietos y hartos del gerenciamiento sindical.
Ellos ya impusieron la agenda que predominará entre los mercantiles en los años venideros y es la que marcará la dinámica del gremio, como gestión o como crítica de lo que debe hacerse.
Puede ser una aspiración, ilusión, utopía de quien suscribe la presente, pero es lo que ya viene sucediendo y se expresan en las distintas protestas, movilizaciones y declaraciones.
Los tiempos cambiaron y el empleado de comercio ya no es el que criticaba sin involucrarse, esta generación mayoritaria no va a tolerar al cavalierismo cualquiera sea quien lo personifique, por treinta años más.
Otro dato, es que Carlos Pérez, por fuera de la bendición de Cavalieri, es más un invento de la oposición que un candidato con consenso en la calle Moreno, porque los espacios oficialistas que encabezan Sergio Ortiz, Eduardo Wlasiuk y Mario Amado, no lo promueven más que para administrar la obra social. Es que a Pérez lo conocen menos que Luis Sainz que por lo menos los trabajadores lo identifican porque es habitué de tribunales para ayudar a las empresas contra los empleados de comercio que las demandan por las violaciones a los derechos elementales de una persona trabajadora.
Consideran que Pérez ‘no es del palo’, no proviene del comercio, pero es el elegido por la corporación empresaria que controla el SEC Capital y además representa la defensa innegable de los métodos y valores antisindicales que enarbola Armando Cavalieri desde los 90' y que todos ellos, los criticones de Pérez, apoyan sin chistar, y lo vienen haciendo desde que el empresario lidera el gremio, luego de su paso por la cárcel Devoto, por aquella estafa con la mutual de viviendas mercantiles.
Atravesando la General Paz tampoco hay consenso entre los burócratas sindicales de FAECyS a la posible candidatura de Carlos Pérez en SEC Capital por dos razones, porque no lo quieren al frente de la federación con el renunciamiento del 'Tarta' Raimondo a ocupar ese cargo, y porque además son conscientes que con la bendición de Cavalieri y la complicidad del gobierno vía ministerio de trabajo ya no alcanza, y una derrota en las urnas de la lista azul de Cavalieri en Capital Federal, puede ser el comienzo del fin para muchos de ellos en sus distritos donde ninguno se bancaría una elección limpia mano mano con representantes de base. La derrota en las urnas del oficialismo del SEC Capital, sentaría un precedente peligroso. Por eso es lógico que prefieran la unidad, con tal de que no se refleje el ocaso del sindicalismo empresario que impuso Cavalieri y que el resto de los sindicatos replica sin fisuras.
¿Habrá Unidad, dos listas, o una tercera integrada por trabajadores sin antecedentes dentro del SEC Capital?: Lo sabremos en unos meses. Lo que está claro que no hay tolerancia para un cavalierismo sin Cavalieri.