En el año 2017 los sindicato patronales que operan en el sector del comercio acordaron con las patronales un esquema de explotación que apuntó a legalizar la multiplicidad de tareas que el convenio no las permite.
Por ejemplo, cuando el cajero no tenga clientes, el empleador puede mandarlo a que suplante al vendedor, el vendedor hacer lo propio descargando mercadería que es tarea de los recepcionistas, el recepcionista ir a limpiar los baños, el que limpia los baños colaborar en la recaudación de efectivo, y a su vez todos deben hacer de todo.
Esta precarización en cadena; un eslabón más abajo que el sistema de trabajo de los supermercados chinos, que algunas cadenas de supermercado ya han venido implementando sin que la legislación lo permita, sin embargo, este acuerdo legaliza esa forma de precariedad, afecta el principio de progresividad e irrenunciabilidad, entre otras derechos fundamentales.
Desde el Sindicato Joven CIS nos opusimos desde el primer momento a la reforma laboral que algunos sectores impulsan hace años e insisten actualmente en su aprobación para legalizar la disminución de derechos de los empleados de comercio de argentina.
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