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martes, 28 de noviembre de 2017

GALPERIN: EL HOMBRE QUE CREE EN LA LIBERTAD, MENOS DENTRO DE SU EMPRESA

C.I.S Comunica.- 29/11/2017.- Marcos Galperín, fundador de Mercado Libre y dueño de la Curtiembre Sadesa distribuidas entre Buenos Aires y Santa Fe, presentó a sus obreros santafesinos un reglamento interno que en pequeñas dosis introduce un sistema de control groseramente abusivo, que en su conjunto conforman un cóctel de violencia laboral permanente, donde el individuo está expuesto a castigos arbitrarios, por supuestos incumplimientos que ni siquiera debieron haber ocurrido ya que no cuenta con mecanismos idóneos de constatación, con que la empresa lo crea; es suficiente para que una batería de sanciones -que implican mutilaciones salariales y hasta el despido con causa- caigan sobre el trabajador. 

“Los actos no permitidos en este reglamento o que indiquen mala conducta 'a criterio de la empresa' serán sancionados salarialmente o hasta el despido con causa”, expresa con natural brutalidad dicho manual.


El texto que en cantidad de artículos iguala al convenio colectivo de la actividad curtidora, es de muy mal gusto y somete la legislación vigente al criterio subjetivo del personal jerárquico de la empresa, a la que se le da la orden explícita de generarle presión al trabajador al punto que lo condicionen psicológica y físicamente a lo largo de toda su jornada laboral.  





El “Manual de Galperín” es un compendio de basura obsoleta descartadas por regresivas, de las empresas con un mínimo de RSE.

Al ponerse en práctica buscan legitimar procedimientos reñidos con el respeto por los derechos básicos de los curtidores. 

Infantilizan la relación laboral (como sucede en los Call Center), con observaciones, advertencias y llamados de atención que por su obviedad representan un flagrante insulto. “No distraerse. Ni distraer. No correr. Caminar. No caminar sobre las maquinas. Prohibido entrar armas y bebidas alcohólicas al establecimiento”. Si no hace esto, le puede pasar esto, aunque tampoco especifica ni una cosa ni la otra. Si no controla, sanción. Si controla y lo hace mal, sanción.

Mal no le va a Galperín, ni a Sadesa, ni a Mercado Libre. Sin embargo, entre 2011-2015 requirió del estado argentino unos 11 millones de pesos en subsidios Repro para pagar salarios en sus curtiembres. Este año su nombre se hizo mundialmente famoso por aparecer entre los billonarios que fugan dinero a los paraísos fiscales.  En septiembre de 2015, Mercado Libre se inscribió en el Régimen de Promoción de la Industria del Software, que prevé beneficios para la industria del software y servicios informáticos, como por ejemplo pagar menos cargas sociales de sus empleados. 

Por su lado la industria curtidora representa un volumen de negocios que en los últimos años empató a las exportaciones de carne vacuna. Con un perfil exportador, los productos generados a partir del cuero originan un negocio de más de US$ 1.000 millones al año.
En ese escenario, un grupo de cinco firmas curtidoras se reparten más del 70% del volumen local, donde Sadesa, es indiscutiblemente la número uno, al procesar 10.000 piezas por día. Además, procesa otros 4.000 cueros a diario entre sus plantas de Uruguay, Paraguay y Tailandia. Es la mayor proveedora de cuero blanco para calzado deportivo de vestir a nivel mundial.

Desde el sindicato que representa a los curtidores esperancinos -aunque constituyen un abuso en la facultad de dirección de Galperín al afectar moralmente a su personal, un derecho consagrado en el Art. 66 de la ley 20.744- no presentaron objeciones sobre este agravio a la dignidad de sus representados, todo lo contrario, lo justificaron, sino sería “un viva la pepa” dijeron. 

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