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sábado, 3 de febrero de 2018

¿“QUE POR QUÉ NO ME AFILIO AL SINDICATO”?


La afiliación a un sindicato es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas en el mundo del trabajo. Otorga identidad colectiva, se materializa el espíritu de solidaridad entre pares, permite conservar los derechos existentes, mejorarlos y hasta disputar los que faltan. Sin embargo, la afiliación a los sindicatos es un problema mundial según informes de la propia OIT y hasta reconocida por la Central Sindical Internacional (CSI) el sindicato global que agrupa a millones de trabajadores en el planeta incluyendo a los de Argentina a través de CGT y ambas CTA’s. En nuestro país, (según datos del ministerio de trabajo) de los 18 millones de personas que constituyen su fuerza laboral, más el 75% de los trabajadores no está afiliado a los sindicatos. 88 de cada 100 en el sector privado nunca eligió un delegado y mucho menos pudo ser elegido.

En un relevamiento realizado por C.I.S sobre un universo de 20 mil trabajadores* del sector privado, revela algunas de las posibles razones que explicarían la crisis de afiliación a los sindicatos. La mayoría de ellas no son ningún secreto, sí, la decisión política de las cúpulas sindicales de mantenerlas como tal.

Es decir que ese 25% de afiliados a los sindicatos se podría admitir como una cifra aceptable tomando en cuenta que en los países de la región es significativamente menor, incluso Estados Unidos "el país de la libertad" donde el índice de afiliación no supera un dígito. Debe aclararse también, que en muchos de esos países no existe el aporte sindical compulsivo del 2% y otro tanto a las federaciones que agrupan a esos sindicatos, ni las obras sociales están administradas por los sindicatos como en Argentina, donde remplazan la acción gremial como motor de la afiliación sindical.
Las empresas repelen la posible sindicalización brindando medicina prepaga a su personal para alejarlos de los edificios de los sindicatos donde también funcionan grandes consultorios médicos que compiten en calidad de prestación con la propia obra social de la organización. Por un lado la obra social -administrada por el mismo sindicato- brinda un servicio deficiente hasta para la obtención de un simple turno, pero...si te afiliás al sindicato te atendemos más rápido y con descuentos en la consulta. El marketing cierra perfecto. Una estrategia de afiliación que no puede fallar sobre todo entre el personal con carga de familia.

Ahora yendo al punto en cuestión, presentamos un resumen sin acotarnos a ellos ni desconociendo las otras buenas razones por la también se afilian, estas son algunas de los argumentos que dan los trabajadores para explicar su negativa a la afiliación sindical:

  • La más recurrente es el miedo a ser delatados ante su empleador por el propio sindicato. 
  • Porque el sindicato cuando visita su lugar de trabajo es para hablar con el dueño únicamente.
  • Porque desconfían.
  • Porque el dueño es el delegado.
  • Porque la democracia interna es un formalismo.
  • Hacen hincapié en la ideología del trabajador y lo premian o estigmatizan de acuerdo a ella.
  • Aburren con los discursos. Se enfocan en el pasado.
  • Que los sindicatos imponen a sus afiliados la preferencia política que por conveniencias varias asume el secretario general sin respetar lo que establece la ley en este punto. El respeto a las diversas ideologías políticas.
  • Tienen más vocación de partido político que de sindicato.
  • No se la juegan, van a lo seguro donde la reputación no corra peligro.
  • Se manejan con doble estándar sobre un mismo asunto tienen dos opiniones, explicaciones y juicios de valor para condenar o indultar.
  • Los delegados sin formación son presa fácil de la mentira tanto de la patronal como la proveniente del sindicato y una puerta cerrada a la afiliación.
  • Los dirigentes están desactualizados con respecto a los problemas reales de sus representados.
  • No tienen la debida capacitación para la negociación colectiva y derivan los temas sensibles a tecnócratas que lógicamente desconocen cuestiones elementales de la idiosincracia de las personas y los usos y costumbres propias de cada actividad.
  • Se ofuscan y son vengativos ante la menor crítica.
  • Subestiman a los jóvenes.
  • Le temen a los cambios y son capaces de hacer cualquier cosa para evitarlos.
  • Etc. etc. Etc.

*Los trabajadores que aportaron su opinión a las presentes conclusiones provienen de sectores formales e informales del Azúcar, Metalúrgicos, Comercio, Gastronomía, Caucho, Seguridad privada, Plástico, Construcción, Maestranza, Aeronáuticos, Rurales, Casas Particulares, Textiles, Vestido, Cortadores, Alimentación, Estaciones de servicios y playas de estacionamientos, sanidad, transporte, informática, consulados, colegios privados, tercerizados de telefonía y cable, cuero, carne, calzado, encargados de edificios, químicos, autopartistas, etc. En un periodo que va desde la última etapa del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner hasta fines de 2017 con la vigencia del gobierno del presidente Mauricio Macri. 

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