CIS COMUNICA.- 26/07/2021.- A 10 meses de la contienda electoral en el Sindicato de Empleados de Comercio de Capital Federal, cientos de trabajadores y trabajadoras de comercio en su mayoría jóvenes, acudieron a la convocatoria de los dirigentes de la oposición al cavalierismo y salieron a las calles a reclamar el fin de las paritarias del hambre que viene negociando la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Afines, además para hacer saber su malestar con la dirigencia sindical del gremio mercantil.
La movilización arrancó en el Ministerio de Trabajo de Avenida Callao al 100 en el barrio de Congreso y concluyó en un acto frente al Sindicato de Empleados de Comercio en la calle Moreno al 600.
En
el palco hubo dos oradores, Edgardo ‘El Pana’ Romero de la
‘Agrupación Nueva Generación en Comercio’ y cerró Ramón
Muerza líder de la ‘Agrupación Granate Morada Graciela Lucero’.
Ambos denunciaron que las paritarias negociadas para los empleados de
comercio fueron ‘de hambre’, que no cubren las necesidades de
básicas, de alimento, alquiler, tarjeta de crédito y la sube.
En
cuestiones de lealtad y convicción, 'El Pana’ con su agrupación,
son de los que se mantuvieron firmes junto a Muerza en la oposición
a 3 años de aquella elección viciada de nulidad, donde Cavalieri
apenas retuvo el cargo de Secretario General pero perdió el poder,
en una brutal derrota política que posicionó a su contrincante como
el dirigente de más peso en el gremialismo mercantil y con la mayor
capacidad de movilización en cuanto a espacios opositores en el
sector privado.
En la recta final por la conducción del
SEC Capital que tendrá elecciones en 2022, y con 35 años de
cavalierismo en el poder, Cavalieri no ha logrado instalar un
candidato que lo suplante, por lo que posiblemente con 87 años ´El
Gitano’ decida presentarse de nuevo, aunque para los empleados de
comercio, el mayor problema ya no es Cavalieri, -que se jubiló hace
veinte años y permanece en el sindicato de comercio para garantizar
negocios y difícilmente salga victorioso de las urnas esta vez- el
problema son los que vienen a darle cuerda al legado cavalierista,
que redujo la gestión gremial al gerenciamiento de una empresa
privada, negociando salarios y convenios a la baja, sin imponerle al
sindicato la obligación de darle respuestas al trabajador más allá
de las que el trabajador pueda pagar.
Un modelo de gestión
gremial agotado que los trabajadores rechazan y que el cavalierismo
siempre se negó a cambiar por eso, los van a cambiar.
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