UN ACUERDO PARA QUE CAVALIERI RESPIRE UNAS SEMANAS.-

CIS COMUNICA.-03/08/2021.- Presionado por los empleados de comercio, el empresario Armando Cavalieri recibió un respiro por unas semanas otorgado por sus colegas de la CAME, UDECA Y CACyS al acceder a otorgar con el salario de agosto un pago por única vez de 4.000 para los trabajadores de jornada completa, el resto lo percibirá de manera proporcional.

En diciembre de este año se sumará un 9% desde noviembre no remunerativo hasta enero de 2022. Que representan unos $ 5.000 para los de jornada completa, $2.500 para los de media jornada, aunque trabajen 8 horas, y de $3.500 para los de 32 horas semanales.

Si bien los trabajadores de CallCenter quedan por fuera desde la entrada en vigencia del convenio a la baja hace unos meses y reflotó la jornada de 36 horas, prohibida por el Art. 92 Ter de la ley 20.744, de acordarse los mismos valores como se viene haciendo, habrá unos $3.800 para los de jornadas de 6 horas.

También estuvo en la firma del acuerdo, el octogenario, Jorge Bence, miembro paritario de la seccional Lomas de Zamora, un dirigente que heredará el gremio a su hijo, tal vez lo recuerden de las periódicas actas en el conflicto Garbarino donde la FAECyS protege al empresario Carlos Rosales en su fenomenal maniobra para descartar personal abocado a la venta presencial.

El malestar de los empleados de comercio no se verá modificado por este acuerdo, pese a que fueron ellos los que lograron que se adelantara la discusión salarial, no así el pago que lo verán recién dentro de cuatro meses.

Se dio así porque Cavalieri no tenía opción frente a las movilizaciones que volverán a repetirse. Por otro lado, como el empresario sabe que esta fue una de sus últimas negociaciones colectivas al frente de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS), no dejó pasar la ocasión para hacer figurar en el acta a Carlos Pérez y hacerlo visible frente al electorado que no lo juna, en vista a las elecciones en el SEC Capital.

Pérez es a quien señalan -más en la oposición que en el oficialismo- como el sucesor de Cavalieri, un funcionario de carrera dentro de la obra social Osecac, profesión que intercala con sus sesiones de cama solar. Los cavalieristas profesan la creencia de que un empresario los respeta si se visten, si tienen los mismos hábitos, si se ven y se mueven en los mismos autos que ellos, aunque para igualar el estatus los lleve a corromperse y mantener sometido a los sindicatos como un gerente más que acata el mandato de las patronales, que para nada los incomoda.