CIS COMUNICA.- 24/08/2021.- No es una exageración. Puertas adentro de la empresa propiedad de los trabajadores, paradójicamente no se respetan los derechos de las personas que trabajan allí. Era la situación de Juan Varela, trabajador desde 2017 de OSECAC la obra social de los empleados de comercio a través de la consultora Estudio del Centro Diagonal, en el edificio de Moreno 648 justo frente a la sede del Sindicato de Empleados de Comercio de Capital Federal, allí donde el silencio es la regla de oro si no se quiere tener dolores de cabeza, Juan decidió romper la regla y levantar la voz para pedir una mejora salarial.
“Somos muchos los disconformes, hace siete años hubo una movida y echaron a todos, por eso nadie quiere levantar la voz porque el que habla termina en el archivo de Mataderos o en el tercer piso del subsuelo. Tan abajo como los salarios de los subcontratados de OSECAC.”
Los subcontratados cobran menos que los contratados directos, porque trabajar en relación de dependencia para OSECAC es un privilegio reservado para los que ‘tienen palanca política’, los que repiten el spech que trabajan para ‘el jefe’, en referencia al empresario Armando Oriente Cavalieri.
Estas diferencias lo impulsaron a solicitar una equiparación con sus colegas que realizando igual tarea perciben salarios muy superiores. Fue con esta intención que el 13 de agosto le escribió un email a la secretaria de gremiales del SEC Capital, donde le respondieron que “deberías consultar un abogado particular ya que nosotros no podemos intervenir”, aunque si lo hicieron de oficio, lo delataron con la patronal que el 18 de este mes le comunicó el traslado a otras oficinas: “Buenos días Juan, como estas? te escribo para solicitarte que a partir del día de mañana por favor te dirijas a la oficina de Perú a cumplir tu jornada laboral. La oficina realiza el horario de 8 a 17. Nosotros le vamos a dar aviso también a tu sector actual. Saludos. Atte. Flavia Zabala.”
Tras recibir esta comunicación se cruzó al sindicato que está enfrente, para pedir explicaciones por qué lo habían mandado al frente y la respuesta fue: “Alguien filtró la información” y que siguiera el caso con un abogado particular.
Si hay delegados no los conocemos. Aunque la política antisindical de la empresa es selectiva porque cuando les conviene no les molestan los sindicatos.
En 2018 resolvieron hacerse cargo de las cuotas sindicales de los trabajadores para que pudieran votar en las elecciones y en diciembre de 2019 bajo el Asunto: AFILIACIÓN A SINDICATO DE COMERCIO enviaron este email a todo el personal: “Buenos días, a partir de este mes la empresa se hará cargo de la afiliación al Sindicato De Empleados De Comercio sin costo alguno para los empleados. En la administración se encuentra disponible la información sobre beneficios y como debe realizarse la afiliación. Para lo cual será necesario que traigan una fotocopia del DNI de ambos lados y llenar con nosotros la planilla de afiliación al sindicato. Para los que ya están afiliados, simplemente la empresa se hará cargo desde ahora de mantener la cuota al día. Cualquier consulta a disposición. Saludos.-”.
En el mes de enero una afiliada a la obra social denuncio en la fiscalía porteña que un funcionario de esa obra social se apersonó en su domicilio para solicitarle el pago de una suma económicas para agilizarle un trámite o en su defecto abonara con favores sexuales. Al ser notificada del hecho, la obra social resolvió darle licencia al denunciado, y un tiempo después volvió como si nada con su radiante barbijo “Soy Azul SEC”, hecho que indignó a las mujeres que trabajan allí pero antes de abrir la boca es mejor tragarse la bronca.
“Hay miedo que gane Carlos Pérez porque si eso sucede el que quedaría es Horacio Carioni, alias “Tony El Gordo”. Carioni del Clan Rodríguez Zachera, era presidente de Estudio del Centro Diagonal, una prestadora de OSECAC, actualmente es director económico financiero de OSECAC. Estas empresas son las que administran la relación de la obra social más grande del país, con los sanatorios y el estado. Una caja millonaria con la que mantienen disciplinados y calladitos a los 300 sindicatos de comercio del país.