CIS OPINA.- Las
mujeres cuando se embarazan no son contratadas, peor aún cuando
vuelven de parir enfrentan un peregrinaje de acoso y maltratos para
que renuncie y se vaya. No las quieren.
La hora de
lactancia. Esa hora que no tiene con quién dejar a su bebé
y la suegra o la madre no pueden cuidarla, de ahí se agarran para
torturarla psicólogicamente y hacerla sentir una inútil.
A los 25 son viejas
para trabajar de vendedoras, a los 35 para ser cajeras de
supermercados. Dicho esto se agrega que actualmente se incorporaron
tareas propias de los cajeros de bancos. Son seres vivos que hacen de
cajeros automáticos sin ver un mango extra por eso.
Y que hay de los
trabajadores hombres que pasan los 40 y a 25 años de jubilarse ya
son viejos para el sistema laboral argentino, que incorpora
tecnología para el siglo XXII pero mantiene prácticas del 19.
Ni existe ni está
en discusión del cupo etáreo, ni siquiera en los debates del
trabajo 4.0 muchos menos en los “Tratados vinculantes” que
impulsa la ONU para que las multinacionales tengan responsabilidad en
su cadena de valor.
Y de los jóvenes.
Que estudian y trabajan y cargan con la suerte de sus padres
descartados por el sistema que se ocupará de ellos en unos años.
Y de los delegados y
delegadas que llegan a los cargos con la intención de hacer algo por
sus compañeros y no reciben una charla donde mínimamente le
expliquen que significa la sigla CCT para que terminen siendo odiados
por sus compañeros y compañeras.
Organizaciones donde
los problemas externos los aquejan más que el de los propios.
Discriminadora de ideologías. Inquisidoras del libre pensamiento que
desafiliarían al propio Rodolfo Walsh. Cazadores de osos con la
piel de Greenpeace.
Pasó demasiado tiempo desde los acontecimientos que hacen de insumo de acalorados discursos entonces pueden chamuyar incluso hacer jueguito que comprenden ese asunto del “Trabajo del Futuro” porque se fotografian con los pibes de Rappi y Glovo porque eso que se hace llamar movimiento obrero transó con cuanto gobierno de turno o no tuvo agallas de hacerles ver, que tiene como consecuencia presente un ejercito naranja y amarillo de nuevos desempleados pedaleando las calles.
Bueno, eso deberá
algún día entrar en la discusión.
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