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jueves, 16 de julio de 2020

LA LEY DE TELETRABAJO, INEPTITUD CON OLOR A BANELCO.-


CIS COMUNICA.- 16/07/2020.- El proyecto de ley para regularizar el teletrabajo, -EN REALIDAD ES TRABAJO A DOMICILIO, EL TELETRABAJO YA EXISTE- precariza aún más la vida de los trabajadores de una actividad de por sí precaria, que se da en condiciones de subcontratación donde la mano de obra en Argentina compite con otros centros de trabajo radicado en países ‘union free’ o libre de sindicatos que en nuestro país profundizan las malas condiciones laborales en un sector de sindicatos ausentes.

La participación de CGT y CTA-T en carácter de invitados al debate del proyecto de ley en el senado nacional hoy por la tarde, dejan ese sabor amargo de estar escuchando sindicalistas patronales, o con modales obreros, pero completamente desinformados. Embanderados en eso de proteger al trabajador pero sin mayores datos que esos. Una participación que legitima una supuesta presencia del movimiento obrero que no hizo más que ser funcional a los futuros perjuicios, para eso, MEJOR QUE SE 'MUTEEN'.

Yendo al texto del proyecto corresponde decir que los derechos que se le garantizan al teletrabajador están en abstracto. Un rosario de buenas intenciones que rayanan lo leonino para la parte trabajadora. No reparte la tarea del control, más que nuevas obligaciones al trabajador, porque las del patrón quedan sujeta a su ‘buena voluntad’ aunque ni siquiera lo mencionan, ni al organismo pertinente que deba regular esa modalidad que ya existe.

En el teletrabajo en el hogar durante la cuarentena, los equipos, herramientas y materiales para la tarea, incluidos los elementos de protección personal, todos han sido aportados por la persona teletrabajadora, que se ha visto obligada a utilizar elementos de su propiedad porque si no lo hace no cobra o cobra menos.
Ese fue el contexto de ‘voluntariedad’ en el que la persona decidió hacer TELETRABAJO, donde los empleadores tampoco asumieron los costos de operación, funcionamiento, mantenimiento y reparación de equipos, ni tampoco los sindicatos a los que se les delegará la tarea de detallar la modalidad no lo hicieron. Todo lo contrario.

Así como está presentado, solo beneficia a las multinacionales, no tendrán que utilizar los grandes edificios subsidiados por los estados provinciales para que les den empleo a sus jóvenes, como no se sabrá a ciencia cierta quiénes son los trabajadores alcanzados por esa modalidad. 

En otro tramo del texto, promete igualdad de derechos respecto a las demás personas trabajadoras en relación de dependencia aunque ya no disfruten esa igualdad, y el control de la aplicación deja en mano de los convenios colectivos aplicables para que establezcan las condiciones de trabajo. Es decir los sindicatos de comercio nucleados en FAECyS y la Asociación de Trabajadores Argentinos de Centros de Contactos de Córdoba (ATTAC).

El 130/75 que por ahora negocia FAECyS a nivel nacional redactado hace 45 años y el 688/14 de ATTAC con ámbito en la provincia de Córdoba.

El de FAECyS no contempla las particularidades de la actividad por obvias razones del tiempo en el que fue creado y el de ATACC de 2014 es regresivo en varios aspectos.

Y esto no es una expresión sin sustento. Por ejemplo, el convenio de ATACC aprobado por el ministerio de trabajo en 2014 que ATACC promueve para incorporar a los teleoperadores, ha ido sufriendo modificaciones a pedido de la cámara empresaria del sector, principal interesada en su aplicación.

Entre las modificaciones que introduce respecto al convenio de comercio se pueden mencionar que permite una jornada máxima de 36 horas semanales para los trabajadores que hacen llamadas, por lo estresante de la tarea, aunque esa jornada reducida, -si bien tiene como fundamento la insalubridad de la actividad- solo se abona las horas efectivamente trabajadas.

El sueldo básico de ambos convenios tiene diferencias a favor de ATACC, aunque en el global esta diferencia se reduce considerablemente.

Por ejemplo; en comercio el presentismo es del 8.33 % del salario bruto, en tanto que en el convenio de ATACC es del 10%, aunque para cobrar el 10% de presentismo no se debe utilizar licencias por estudio, enfermedad o accidente.  Si el trabajador se enferma, se accidenta o se toma días de estudio cobra solo el 6% en concepto de presentismo.

En comercio el presentismo del 8.33% se descuenta si el trabajador tuvo hasta 2 inasistencias injustificadas en el mes. En el convenio de ATACC, 1 (una) aunque la mayoría prefiere devolver los días por enfermedad para no perder ese 4%. 

Y así, uno por omisión, el otro por acción han sido una pesada carga para los trabajadores de call center. 

Este artículo y el que incorpora el plus del 0,5% si el trabajador no tuvo ninguna llegada tardes, son las diferencias más importantes entre ambos instrumentos convencionales, además de la imposibilidad de acceder al Seguro de Retiro La Estrella, una póliza obligatoria del 2,5% que el trabajador puede cobrar al finalizar el vínculo laboral, pocas empresas lo pagan y el sindicato nunca lo reclama. Este seguro que hasta hace un año era del 3.5%, fue reducido en un acuerdo secreto entre FAECyS y las cámaras empresarias.

Los call center o centros de contacto, son parte de los trabajos surgidos a partir de las nuevas tecnologías, ningún convenio los contemplaba, fueron a parar a comercio cuyo convenio data del año 1975, por ende no están incluidos entre sus artículos sumado a que el sindicato tampoco los tiene en cuenta a la hora de defender sus derechos.
Desde ATACC tampoco demostraron mayor interés por ellos, más que absorber los aportes sindicales que actualmente los ostenta comercio.

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