Durante los días previos, la gerencia de recursos humanos del Hipódromo de Palermo realizó llamadas intimidatorias al personal que mostró disconformidad con los descuentos salariales que vino aplicándoles la casa de juegos durante toda la cuarentena, sumiéndolos en la desesperación por no contar con los medios que le garanticen los medios elementales de subsistencia. Ese era el motivo de la asamblea. Abordar la alarmante situación que atraviesan tras 8 meses suspendidos sin cobrar la totalidad de sus salarios, a la parte que cobran le aplican descuentos usurarios destinados al sindicato que conduce Diego Quiroga.
Por los hechos intervienen dos fiscales. En el caso del trabajador Daniel Echevarría, trabajador del hipódromo, atacado por el grupo enviado por Diego Quiroga, interviene la fiscalía N.º 6 a cargo del Dr. Adrian Grassi. En el caso del custodio y su hijo, quedaron detenidos en la Comisaría 14 B de la Policía de la Ciudad y ambos fueron imputados por robo y lesiones.
Por su parte el Sindicato Joven CIS CTA, amplió la denuncia contra Diego Quiroga y Federico de Achaval, propietario del Hipódromo de Palermo, principal beneficiario de estas maniobras cuasi mafiosas, que son habituales pero no serían posible sin no contaran con la complicidad de un sindicalismo lacayo y corrupto. En manos de una dirigencia que usurpa la sede del sindicato de los trabajadores del hipódromo y pretende perpetrarse en ese lugar, apelando a la violencia.
Que debe condenarse con mayor fuerza cuando viene de quienes deben defender trabajadores y contrario a ese mandato se convierten en sus verdugos, imperdonable porque se trata de un grupo de personas que junto a sus familias viven los peores momentos de su vida, pasando extremas necesidades por no contar con la totalidad de sus ingresos y abandonados a su suerte.
Sin embargo, la sumisión de un sindicato ante un empleador abusivo como el Hipódromo de Palermo, hace que la justicia, por la que debe luchar un gremio, en el caso APHARA; sea como la serpiente, que ‘solo pica a los descalzos’.
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