En
numerosas oportunidades hemos visto como los logros obtenidos por el gremio son
solo beneficio de un grupo empleados, mientras que nosotros hemos quedado
excluidos.
Mi
reclamo ante estas injusticias no ha sido efectivo ya que en reiteradas
ocasiones se me ha instado a realizar denuncias formales contra la empresa para
la que trabajo, situación que a la que no he accedido, por una lado, por
sentirme vulnerable como empleada en relación de dependencia y por otro lado,
porque considero firmemente que los reclamos colectivos de los trabajadores
deben ser realizados por nuestros representantes gremiales.
El pasado
26 de Marzo se informó que FAECYS logró que las empresas otorguen un aporte
solidario de 5000 pesos para todos los empleados de comercio que presten
servicios durante este período de emergencia sanitaria.
No
obstante, los repositores externos no hemos percibido dicho beneficio. Durante
años he visto como injustamente, solo algunos compañeros reciben el bono
Navideño, mientras nosotros somos solo beneficiarios de aquellos de derechos
que son decretados a nivel Nacional, quedando desamparados por el gremio y
dependiendo tan solo de la buena voluntad de nuestros empleadores, que nunca es
a favor de los trabajadores.
En esas
situaciones he desistido de hacer un reclamo formal debido al desgaste
psicológico que implica pelear por los derechos que ya deberían estar
asegurados, sobre todo cuando en mis 29 años de trabajo no he tenido nunca el
apoyo del gremio al cual aporto cada mes parte de mi salario.
No
obstante, hoy me encuentro frente a una problemática que pone en riesgo mi salud
y la de toda mi familia y esta vez, dadas las graves circunstancias en la que
se encuentra la población a nivel mundial,no pretendo pasar por alto esta
injusticia. Es lamentable que los empleados tengamos que luchar individualmente
para acceder a nuestro derecho cuando hay un gremio que debería garantizar el
bienestar de todos los empleados, y es aún más lamentable que la gota que
rebalsa el vaso sea nada más y nada menos que una pandemia mundial.
Es
vergonzoso que aún en estas circunstancias, en las que gran parte de la población
cuenta con el derecho a resguardarse mientras nosotros nos vemos expuestos a la
amenaza constante de contraer la infección por COV-19, tenga que invertir
tiempo y energía en reclamar por lo que me corresponde,lo cual resulta en un
desgaste físico y mental que hasta el momento no se ha visto compensado de
ninguna manera.
No
obstante, lo hago porque en esta ocasión no considero que el llamado “aporte
solidario” sea un beneficio sino que lo considero un derecho, un derecho que
merezco por prestar servicios en situación de emergencia sanitaria, un derecho
que merezco por verme en la obligación de poner en riesgo mi salud y la de mi
familia, todos y cada uno de los días que asisto a mi
lugar de trabajo.
Por todos
estos motivos, solicito por su intermedio que se efectivice la representación por
parte del Gremio de comercio y se regularice la situación de los repositores
externos para que se nos otorgue el bono de 5000 pesos, no menos de eso, ya
que, en momentos en los que la crisis económica azota gravemente a nuestro
país, es lo mínimo que podríamos requerir para solventar gastos de internación
si algún miembro de mi familia o yo misma, así lo requiriese.
Agradezco
el tiempo que dedico a leer mi carta y quedo a la espera de su respuesta.
Sin otro
particular,
Reciba un
saludo cordial.
Viviana Marcela Sosa.
*La carta dirigida al secretario general del sindicato
de comercio de Córdoba nunca fue respondida.
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