CIS
COMUNICA.- 05/04/2020.- La empresa Mc. Donald informó a su personal que
–contrario a lo establecido en el decreto presidencial que impuso la cuarentena
por el coronavirus- no les abonará la totalidad del salario correspondiente al
mes de marzo. Apenas un 30% del salario habitual que hubieran percibido durante
los días de cuarentena. “Le vamos a pagar como lo estipula el convenio en casos
críticos, catástrofes, incendios”.
En realidad el momento crítico es para los trabajadores que expenden cientos de hamburguesas por día, 3 de ellas le pagan la jornada. Ni hubo una
catástrofe, ni un incendio y la “estipulación” que refiere Mc Donald se trata
del Art.10 del flexibilizado convenio colectivo de la actividad. “Cuando
una vez iniciadas las tareas de un trabajador, las mismas fueran suspendidas
por decisión de la Empresa fundadas en razones operativas constitutivas de
fuerza mayor, sólo se abonará al trabajador el tiempo efectivamente trabajado”.
Una concesión del sindicato pastelero al viejo Ronald, cuando algunos
grupos políticos solían atacar los locales de hamburguesas. La buena noticia es
que “conservan
el puesto de trabajo” les aclararon.
Este tipo de atropellos, es
apenas uno de los tantos que viven miles de jóvenes en esa empresa. Sin embargo,
ninguno de ese trato abusivo es ilegal. Los pibes están habilitados a pactar
condiciones de trabajo individuales con la multinacional, sin delegados
presentes -aunque no tienen-, ni sindicato –que tampoco existe en la realidad- excepto
en el recibo de sueldo, donde abundan descuentos de todo tipo por servicios que
no les brindan ninguna contraprestación.
En ese marco de negociación
desigual, pueden “establecer la flexibilidad del horario de entrada y salida del
trabajador”. Pueden ser cambiados de sector o trasladados de sucursal
sin muchos obstáculos. ¿Cuál es el resultado de estas clausulas?: Un día pueden
entrar a la mañana, al otro a las 11 de la noche hasta la madrugada. Todos los
días deben presentarse antes al puesto de trabajo, aunque no les pagan. Pese a
ser una franja de jóvenes en edad escolar, no tienen licencia por estudio. Es
decir, ‘de onda’ le dan franco ese día si tienen exámenes, pero no les pagan.
Así las cosas con los pibes.
El convenio colectivo Mc.
Donald es una ofensa a la democracia y a los jóvenes y mientras siga vigente, nuestro
país debería mirarse con vergüenza. Desde los sindicatos, el presidente hasta
el ministerio de trabajo, todos deberían preguntarse si cuando mandan jóvenes pasantes
a entrenarse, no están facilitando lisa y llanamente un proxenetismo
laboral.
¿Qué puede aprender un joven de un trato tan simpáticamente brutal?.
¿Qué puede aprender un joven de un trato tan simpáticamente brutal?.
Arcos Dorados S.A, se escudar que "todo es legal", y tiene razón, porque el convenio 329/2000 les
legaliza abiertamente situaciones que en otros contextos se consideran
violaciones laborales graves, y nadie tiene derecho a tratar así a un ser humano, que vive de su trabajo.
Compañeros de Mc. Donald, no
tenemos más excusas que ponernos al lado de ustedes, no sin antes pedirles
disculpas por la demora en llegar.
Van a dejar esto asi? Con unas palabras de lástima no me dan de comer
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